¿Con quién y dónde pasará Navidad?

En Whistler con mi hijo, mi esposo y nuestra familia adoptada en el camino: los buenos amigos. Son un tesoro.

¿Cuál fue el regalo que siempre pidió y nunca le dieron?

Jajajaja un Nintendo. Dejé de pedir regalos desde muy pequeña. Me gusta más regalar que me regalen.

¿Cuál es la mejor comida decembrina?

Hasta un sánduche, desde que sea preparado con el cariño de gente que te aprecia. Me gustan los pícnics navideños donde todos traemos comida y compartimos unidos.

¿Tiene una canción favorita para esta época del año?

Tutaina tuturumaina jajajaja me trae solo buenos y divertidos recuerdos. Otra infaltable: “Last Christmas” de Wham.

¿Qué propósito tiene para el 2018?

Continuar con el aprendizaje de este maravilloso 2017. Más 'life coaching', más pilates y yoga, más familia, más amigos y disfrutarme cada respiro de Joaquín y Juan Pablo.

¿Qué fue lo mejor del 2017?

Descubrí que soy buena para la cocina, que disfruto cosas que pensé eran aburridas o tediosas y que he evolucionado muchísimo en mis metas personales. Lo mejor de lo mejor es compartir los días con mi gente. Sonrío muy satisfecha al disfrutarnos en lo cotidiano.

¿Tiene agüeros para el nuevo año?

¡Claro que sí! La maleta y la vuelta a la manzana para que no paren los viajes, las uvas con los deseos y la champaña como regadera, que le caiga a todo el que esté cerca para que siempre haya abundancia de buena energía acompañándonos toda la vida.

¿Qué desea para Colombia en el año que viene?

Deseo con todas mis fuerzas y entusiasmo que la corrupción se apague para siempre y que nuestros gobernantes entiendan que el papel de la mujer es fundamental para reorganizar lo que no funciona y darle prioridad a crecer como una gran familia. Colombia tiene todo lo bueno por delante, pero debemos corregir ya las malas mañas que detienen el verdadero progreso.

De las metas que se hizo el 31 de diciembre pasado, ¿cuál le quedó pendiente?

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